El suelo de baldosas amarillas
Todo comenzó con un suelo de baldosas amarillas recogidas de distintos lugares, de amarillos diferentes y texturas, tamaños y formas variadas. Cada una de ellas contenía una historia, y todas ellas conformaban el suelo que pisaba, el suelo que se iba formando día a día, historia tras historia.
En el centro, faltaba la historia originaria, la que hizo nacer el suelo de baldosas amarillas y para encontrarla he de saltar de un pasaje a otro; estos pasajes desde el suelo, estos pasajes de vida, por los que no simplemente se pasa conforman el despertar de la imaginación, el negro del desconcierto al final de un camino en el que la luz era tan intensa que todo era luz, y no había otra cosa que no fuera luz, un blanco tan deslumbrante que la imaginación se quedó dormida…